El huevo de dinosaurio encontrado en Durazno

 

     En el año 1989, Carmelo Villanueva, un sencillo trabajador rural de Durazno, sorprendió a sus vecinos y a la comunidad científica, al revelar que removiendo tierra había hallado nada mas ni nada menos que un huevo de dinosaurio, de mas de 70 millones de años de antigüedad.

     "Estaba trabajando la tierra, cuando encontré un huevo grande, muy extraño" afirma Carmelo. "Era una esfera petrificada de unos 20 centímetros de diámetro, pero tan raro que lo llevamos para la casa. Cuando le acercamos por casualidad la radio, ésta como que se apagaba, y cuando la alejábamos volvía a funcionar".

     Después, y aún sin remotamente suponer de que se podía tratar, los noveles propietarios del rarísimo espécimen lo abrieron: "Vimos en el interior algo así como hielo filoso, lo que aumentó el misterio". Les llamó tanto la atención que se pusieron en contacto con mas gente. Finalmente personal especializado del Instituto Geológico del Uruguay tomó cartas en el asunto, comprobando que se trataba realmente de un huevo de dinosaurio.

 

 

El hallazgo

     La siguiente es la historia del hallazgo, publicada en el diario "El País" del 5 de marzo de 1993, y narrada por su descubridor, Carmelo Villanueva.

     "Hace unos cuatro años, me encontraba sembrando avena en un campo situado a unos 14 kilómetros de la ciudad. De pronto, en un terreno arenoso y llano, casi a flor de tierra, apareció una esfera. Me detuve un poco sorprendido, pues para boleadora era muy grande. La tomé en mis manos y vi que que de acuerdo a su tamaño era extrañamente liviana y no tenía ninguna mueca en su exterior, como habitualmente tienen las boleadoras que se utilizaban como arma cazadora.
     Me la llevé a casa y allí pude observarla mejor. Algo me extrañó, de su interior salía un suave tintineo.
     Pasaron otras cosas durante los cuatro años que traté de averiguar que era. Una de ellas era que cuando mi hijo acercaba el radiograbador a la esfera, éste se detenía.
     Me daban toda clase de explicaciones, pero ninguna me convencía. Nunca había visto algo parecido en mi vida.
     Una mañana me levanté decidido y picado por el misterio que envolvía el objeto, e intenté cortarlo. Utilicé una sierra con la que había cortado objetos durísimos, pero solo logré hacerle una marca. Una segunda sierra también se rompió y no sucedía nada. Maza y cortafierro tampoco daban resultado. Tomé entonces una enorme maceta y el cortafierro mas grande que tenía, lo tomé con una pinza y di un fuerte golpe seco. Hubo entonces una explosión, tronó como un barreno. El aire salió de su interior velozmente, alcanzando a matar algunos insectos. Nunca escuché algo así, y observé que no me había herido.
     No sentí ningún olor especial y lavé con agua lo que me parecía una piedra. Dentro se veían unos filamentos y lascas blancos y brillantes, contrastando con la superficie rugosa y gris del exterior. Quedé aún mas extrañado.
     La esfera quedó partida en dos, siendo una de las partes mucho mas pequeña que la otra.

 

El descubridor

     El descubridor de este hallazgo, Carmelo Villanueva, es una personalidad simpática y querida en Durazno. Tiene 70 años y desde los 17 se dedica a las tareas rurales. Ahora se define como "un empresario de la siembre y la cosecha", por lo que recorre continuamente los campos de su departamento natal, que conoce metro a metro, a bordo de su vehículo, un increíble Ford "T", que según sus palabras "puede definirse como del 29, pues lo construí yo mismo con piezas sueltas, hace tantos años que no me acuerdo".. En dicha camioneta, ágil y velozmente recorre toda clase de caminos, cargado de herramientas, "y me da 200 kilómetros por 20 litros de kerosén", afirma su orgulloso dueño y constructor.
     Cuenta que durante tantos años de trabajo en el campo ha encontrado algunas boleadoras y otros objetos pertenecientes a quienes habitaban nuestro territorio hace muchos años, pero siempre los había regalado a los amigos.

     Actualmente Carmelo Villanueva está tratando de conseguir algún comprador interesado en esta pieza histórica, quizá algún museo de otro país (ya que en el Uruguay no hay interesados), y por esa razón decidió publicar esta página, por lo que les agradecemos a los duraznenses que viven en el exterior si pueden ponerlo en contacto con gente o museos interesados en el tema.

 

Como contactarse con Carmelo Villanueva

     Los interesados en ponerse en contacto con Carmelo Villanueva pueden hacerlo a:

     Nombre.......... Sr. Carmelo Villanueva
     Dirección........ Ramón P. Vidal s/n - Barrio Pueblo Nuevo - Durazno (Uruguay)
     Teléfono......... (598) 36 27859
     E-Mail............. imddesar@adinet.com.uy
(este E-Mail es el del Departamento de Desarrollo de la Intendencia Municipal)

 

Recortes del diario "El País" sobre el tema